Codigo 055
7 de oct de 20192 min.
Serian hoy 91 años. Esa, la edad que hoy celebraríamos si estuvieras en cuerpo con nosotros.
Tu recuerdo me acompaña, con el legado de una persona honesta e íntegra al extremo. Recta, sin curvas ni segundas intenciones. Franca y directa. Una persona noble y sensible, que se movía por las cosas pequeñas y dejaba en segundo plano lo que tal vez otros entendían como grandes cosas.
Dejaste una suerte de dos extremos, la de muchos que resonaron con tus virtudes y compartieron tus formas, y la de algunos, pocos ciertamente, que encontraron difícil relacionarse con quien decía lo que pensaba. No fue fácil para mi alejarme de las valoraciones condicionadas de terceros. Una temprana dicotomía que me ayudó a crecer y hoy atesoro como uno de los más valiosos logros: vivir libre de temores.
No estoy seguro que es más difícil, si hablar de los padres cuando no los tienes o hablar con los padres cuando los tienes.
Pongo en perspectiva nuestra relación, con tu amor y aceptación a mis formas y estilos, y caigo en cuenta que como hijo podía y tenía que haberte dado más. Más tiempo y comprensión, porque nunca fuiste un ejemplar de rebaño alguno. Fuiste fiel a tus sueños y visión de mundo y eso aún hoy, no es muy común.
Tu amor por el fútbol en general y del futbol de jóvenes en particular marcó lo que fue tu vida. Me encuentro ahora a esos adultos que de niños estuvieron en los equipos que entrenaste y recibo el enorme regalo del amor de todos ellos hacia ti. Hoy veo que no sólo aprendieron de futbol contigo, aprendieron principalmente de la vida a través de ti.
Luchaste para lograr tus metas, que siempre tuvieron como norte a otros. Nunca el egoísmo marcó tus acciones, por el contrario, amaste sin medida ni límite y sin condiciones a quien fuera tu compañera de vida.
Hoy estoy en la playa que tanto amaste y que tanto te vio jugar: San Lorenzo en Gijón, donde un día de abril de 2007 por última vez bajaste por la «escalerona» a tocar sus aguas.
Celebro lo que fue tu vida, es un honor que hayas sido mi padre y valoro cada vez más lo que aún representas. Me hubiera gustado y merecías que algunos a quienes amé te hubieran querido más y que otros a quienes amo hubieran podido conocerte y compartir contigo.
Escribo como hijo, en amor hacia ti, para honrar lo que hoy serían tus 91 años.
!Feliz cumpleaños querido Padre !