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EL Debate…

He de reconocer primero, que soy un observador lejano del proceso. Esta distancia, sumada al desconocimiento de la esfera política en España me invita ser muy prudente en estas reflexiones a propósito del mencionado debate entre cuatro de los partidos políticos que asisten al proceso electoral cercano. Opinaré en general, sin entrar en consideraciones de partido o persona alguna.

Comienzo reconociendo que me ganó por completo el respeto a los tiempos mostrado por los cuatro candidatos. Cada uno de ellos, en estricto cumplimiento a las normas, utilizó de manera adecuada y pertinente el tiempo adjudicado.

Las normas y la logistica del evento, son también destacables. El protagonismo lo tuvieron los candidatos como debe ser y el tiempo del debate fue adecuado. Mi balance de la forma y las normas es muy positivo.

En cuanto al fondo de los mismos, observo un ambiente político que si bien está polarizado entre «derecha» e «izquierda», parece que el bipartidismo comienza a ser cosa del pasado. Ocurre ya en muchos países, toca ahora en España, donde va siendo evidente la insuficiencia del modelo anterior para dar respuesta a las necesidades y expectativas de la mayoría y la creciente corrupción que es un cáncer que no respeta países en su metástasis. 

Desde el punto de vista del entorno, va quedando en evidencia la decadencia del modelo bipartidista tradicional, parece que un agotamiento por incoherencias de la izquierda más radical (Podemos), una defensa a ultranza por la insuficiencia del modelo en el partido socialista (PSOE), un recuerdo a la tradición, obviando las carencias, y lo mejor del modelo capitalista por parte del (PP), y un factor emergente que busca capitalizar el descontento de unos y otros, pero más afín a libertades económicas (Ciudadanos). No tuvo oportunidad de entrar en la «gala» el partido VOX, que es un partido mitad sorpresa-mitad incógnita que capitaliza con fuerza los candentes factores del separatismo y la migración, al igual que del feminismo fanático, entre otros tópicos claro. Una suerte de «out-sider» del que una parte de la sociedad española habla en voz baja para no ser oida.

Me quedó claro que se mueven con fuerza las aguas y que los partidos tradicionales están algo desencajados por el potencial de los emergentes, que lleva a que el escenario más probable sea el de la coalición para hacer gobierno. Dentro de estas posibles alianzas, sus compatibilidades y potencialidades, de lo que parezca pueda ocurrir, existirá gran influencia en el voto final de los indecisos, que aparentemente a esta altura, sigue siendo un número muy importante y que puede cambiar lo previsto en las encuestas, que por cierto, tienen cada vez menos capacidad de predecir los resultados, vistas las influencias existentes y preferencias particulares.

En cuanto al fondo del debate, creo que no se aleja del pan y circo propio de nuestras sociedades hispanas. Discursos con lugares y frases comunes que entienden son los que  la gente necesita escuchar, polarización, principalmente entre «derecha e izquierda» para tocar emociones y conectarse con el pasado, evitando tener que exponer planes concretos para futuro. Mucho tiempo al mecanismo de repartición  de la riqueza y de las bases de la imposición y muy poco y nada profundo acerca de la creación de la misma. Manipulación que irrita a las personas conscientes (quitar IVA a los productos de higiene femenina), y descalificación en temas en los cuales todos los partidos tienen una historia que contar, que les resta fuerza para erigirse en jueces. Ese concepto de cordón sanitario que parece que no tiene espacio libre de contaminación. La Constitución a conveniencia, con algunos artículos visibles y otros invisibles, pensando que la existencia y cumplimiento de la misma ya es causa y fuerza para el desarrollo. Como que si no se necesitara un modelo de creación de riqueza viable, sostenible y sin duda, muy distinto al modelo conocido, bien sea de izquierda o de derecha (como hoy se conocen ambas).

Mucho de lo que la gente espera recibir o como los puede afectar y nada en absoluto de lo que un sistema viable tiene que esperar de la gente. Esa visión que no termina de valorar a plenitud la esencia humana, de entender que nos sentimos bien cuando hacemos lo adecuado, que nos entendemos de valor cuando añadimos valor, de sentirnos queridos cuando sabemos querer. Una sociedad consciente. Vi políticos que se dirigían a una sociedad de inconscientes. Seguimos a la espera de un sector político que nos trate como adultos viables e independientes y no como individuos en busca de dádivas, que cambiamos votos por conveniencia.

Creo que hay un extraordinario espacio para un enfoque político novedoso y divergente, que trascienda el trastocado ya argumento de derecha o izquierda, capitalismo o socialismo. Hubiera deseado escuchar hablar de una Visión de País, de revisar el rol de la  empresa privada, que a pesar de su importancia no puede seguir como va, pensando en hacer dinero y no en hacer una diferencia, que sigue viendo recursos a ser utilizados. Del rol de Estado en cuanto no solo administrador, sino elemento de inspiración y guia.  De tocar el tema macro de las cifras nacionales, ingresos, gastos y aplicaciones de fondos por sector en % y números per-cápita. De las fuentes de ingreso fiscal y las aplicaciones de los mismos. Del costo de la sanidad y la educación, de como financiar la demanda y no la oferta en estos sectores, de lo que significa la ineficiencia de lo seguro, del mundo bisagra generacional en España: una generación avanzada en edad que vive de las pensiones y preocupada por la sostenibilidad del sistema y la generación de los jóvenes que no ven opciones brillantes de futuro y que viven en un sistema cada vez más exigente y posiblemente  injusto. Un breve paseo por la España en números dentro de 15 años y no solo una visión con presbicia del corto plazo. Un proyecto que no nos pida votar por un candidato o partido por cuatro años sino por una forma de relacionarnos, crear riqueza y usufructuar la misma con un sentido de valor y justicia distinto al actual.

Espero que quede para el debate de hoy lo relativo a temas internacionales: Del rol de España en el futuro previsible en Europa y el Mundo, del tono de las relaciones internacionales, del debate entre defender intereses y defender principios. Del posicionamiento geopolítico necesario de la nación para poder alcanzar sus metas.

Hecho en falta para nuestros países Hispanos, la pausa para reflexionar en el rol que tenemos para dar forma a un futuro que, de no tener cambios sustantivos, variables como la concentración económica y de poder, el crecimiento, la demografía y los dogmas religiosos harán que el concepto de soberanía nacional pierda vigencia como hoy la conocemos. No hace falta entrar en profundidad en el  estudio de la prospectiva y los temas estratégicos, pero la política espero pueda invitarnos a temas más profundos y de valor, más humanos y de significado, que vernos solo como mendigos de privilegios para obtener el apoyo en la elección  y polemizar para aflorar los temores de los votantes en lugar de buscar resonar con los sueños de todos los habitantes. 

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