Cuando contemplo la naturaleza, día o noche, playa, desierto, valle o montaña, me acerco a la conexión con lo que significa para mi la vida. Cuando dicha contemplación ocurre desde las alturas, la perspectiva se enriquece exponencialmente, al menos en mi caso, a quien volar lleva a otra dimensión de paz y quietud.
Me refugio en lo pequeño de mi ser, pero en el enorme potencial que hay en todos. Encuentro cobijo en las dimensiones que solían abrumarme para hacerme consciente de que el orden y la belleza de la existencia no puede ser casualidad.
Me refuerza la existencia de la consciencia, mientras me aleja de la creencia en Dios, para moverme en la direccion de sentirlo. Atrás dejo dogmas y religiones para libre de ataduras, caerme y levantarme en la búsqueda de mi verdad, dejando de lado las creencias que otros tratan de imponer.
Descubro que el ego quiere cambiar el mundo, mientras que el alma solo trata de que no la cambien….…a fin de que su hermosa esencia se haga presente para dar verdad a nuestra vida y mostrar quienes realmente somos y no los roles que cumplimos o los papeles que jugamos.
Descubro contemplando este maravilloso universo que tener o no un feliz año, solo depende de nosotros, de desprendernos de los condicionamientos………de despertar.
FELIZ 2019