Hay una sola verdad, pero varios tipos de verdades.
Los humanos operamos en tres esferas: la lógico racional (ciencia), la emocional (creencias) y la espiritual (consciencia). Lo que nos hace humanos es la última de ellas, mientras que al operar en las dos primeras actuamos como animales racionales, es decir operamos desde la mente condicionada (ciencia + creencias). A diferencia del resto de los animales nuestro condicionamiento es único, no hay dos personalidades iguales, de la misma forma que no hay dos caras, o voces o cuerpos iguales.
En ese sentido la mayoría de nosotros somos entonces el resultado de nuestra crianza y aprendizajes (que definen el ego), y no de nuestro propósito del alma. Vamos por la vida sobreviviendo dormidos, en una suerte de aeronave que vuela con el piloto automático en un curso establecido. Vivir, al haber sido condicionados, significa desprendernos de las creencias basadas en temores asentadas en el ego para que florezca en vida el propósito de nuestra alma.
La única verdad es la que emana de la conciencia, que emerge de la introspección y el auto-descubrimiento, dado que ninguna verdad mía puede ser la tuya, ni viceversa. Dice Osho: «Las verdades científicas son baratas» y también sumo yo las religiosas. Y es así, dado que han sido deducidas o planteadas por otros y transmitidas a nosotros por el proceso formal de educación y socialización correspondientemente.
Los postulados científicos y religiosos van además variando con el tiempo, en una suerte de evolución de la comprensión, similar a las olas del mar, que en la orilla una sucede a la otra.
Las verdades cientificas y religiosas vienen de otros, por lo que las tomamos prestadas sin cuestionar (la mente condicionada no cuestiona) y además, una vez conocidas las usa cualquiera, de ahí que tomamos como nuestro lo que es de otros y luego en nuestra inconsciencia las defendemos en muchos casos hasta con la vida.
La VERDAD no esta disponible en el mercado, no se puede comprar ni siquiera copiar, debemos llegar a ella a través de trascender la mente condicionada para despertar a la vida humana. En esa única verdad, todos somos uno, todos coincidimos. De ahí que cuando nos exponemos o encontramos «la verdad» algo en nuestro interior resuena y se ilumina.
Estos enfoques los desarrollo en la etapa final del libro De la Revolución Industrial a la Evolución Empresarial.